El Sembrador Salió A Sembrar
Mateo 13:3, 18
¿Quién es el sembrador? Parece ser que la idea central de la parábola es que pese a los fracasos en la siembra, aguarda una gran cosecha. Por eso el sembrador aludido no es otro sino Jesús mismo. Había estado predicando y enseñando acerca del reino de Dios. Sin embargo a cada paso esta predicación había experimentado oposición radical y abandono de parte de algunos seguidores (Juan 6:60).
Mateo 13:19; Lucas 8:11
La semilla es la palabra de Dios y se cae en cuatro tipos de tierra: tres áreas improductivas (el camino, los pedregales y los espinos) y tierra buena.
Observamos la reacción de la buena tierra:
Mateo 13:23 …es el que oye y entiende la palabra, y da fruto…
Marcos 4:20 …son los que oyen la palabra, la reciben y dan fruto…
Lucas 8:15 …son los que…retienen la palabra oída, y dan fruto…
¿Y nosotros – que tipo de tierra somos?
Cuando la semilla cae en buena tierra, dará su fruto. En esta manera Jesús aseguró a sus discípulos que, a pesar de las hostilidades y las respuestas inadecuadas, habría una cosecha. Aun en la buena tierra, sin embargo, hay lugar para alguna variación en el grado de productividad, a ciento, a sesenta o a treinta. En otras palabras, los discípulos no pertenecen a un solo tipo o tamaño, y en el reino de Dios hay lugar para lo ordinario como también para lo espectacular (Gálatas 3:26-29; Santiago 2:9; 1 Corintios 3:6-7).
No es meramente el oír la palabra lo que importa, sino la comprensión (vs.19, 23). De esta manera la parábola del sembrador se prepara para los vs.10–17, donde se hace una distinción aguda entre los oidores que no comprenden las parábolas y aquellos que poseen el deseo para resolverlas. Diciendo en otra manera, consiste en una parábola que encierra otras parábolas. Por lo tanto, es apropiado que concluya en el v. 9 con una apelación a todos nosotros a que nos demos cuenta; la forma en que oímos porque de allí depende y se determinará si nuestro discipulado es fructífero.
Mateo 13:9; Lucas 8:8 … El que tiene oídos para oír, oiga.
Estas son palabras sencillas pero con un significado profundo. Son repetidas 15 veces en el texto del Nuevo Testamento. ¡El mensaje para nosotros debe ser importante!
Oímos la palabra, entendemos la palabra, recibimos la palabra, retenemos la palabra…¿La ponemos en práctica?